Según la Alcaldía de la capital francesa, el tránsito de bicicletas ha aumentado en un 54% en un año. Una cifra récord que se debe a una ambiciosa política de la alcaldesa saliente Anne Hidalgo. Sin embargo, París está lejos de ser la ‘capital’ ciclista a la que aspira al estilo de las ciudades de los Países Bajos o Dinamarca.
En las últimas semanas en las calles de París han aparecido inusuales atascos de bicicletas en las ciclovías. Una tendencia confirmada por las cifras: la cantidad de estos vehículos en la capital francesa se ha duplicado con el efecto de la paralización de los transportes públicos, en huelga contra la reforma del sistema de pensiones.
John, un vendedor de bicicletas eléctricas en el sur de París, vende modelos de alrededor de 2.000 euros. Un precio elevado, pero ese cliente, Michel, está dispuesto a pagarlo desde que ha dejado de usar su motoneta. “Le reto a encontrar un medio de transporte más barato que la bicicleta”, dijo a RFI.
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